EL PRÍNCIPE AZUL

Toda niña sueña desde pequeña con el gran día de su boda como la mejor historia de un cuento de hadas.  Dentro de la imaginación, una de las escenas que ella visualiza, es  el momento preciso cuando su padre la ve con su vestido de novia,  se emociona y le dice lo hermosa que está pues él desde pequeña siempre la vio con esos ojos deslumbrantes tratándola justo como a una princesa brindándole la seguridad necesaria de sentirse como la estrella más codiciada.

Después, llega ese momento tan especial, crucial e inolvidables para un padre e hija “cuando entran juntos del brazo al altar” ya que probablemente es una de las últimas veces que caminarán de la mano justo como lo hacían cuando ella era una niña y necesitaba todo el apoyo, valor y amor de su padre.

El padre, es quien le da seguridad a la novia para seguir adelante en el corredor de la vida. En un principio él la acompaña con las campanas en el pasillo de la nueva escuela y ahora siendo adulta con campanas en el pasillo hacia la construcción de una nueva familia. Solo él puede darle seguridad, transmitirle que tomo la decisión acertada, que estará bien y que nunca estará sola. Solo él estará desde un inicio de su vida de la mano hasta el momento en que la entregue al hombre, que espera en su corazón con temor, sea el indicado.

Bien dicen por ahí que el papá es el primer hombre en la vida de toda mujer, el primer príncipe azul.  Es papá quien le enseña a una mujer como sentirse bella,  quien las cuida, protege, escucha, comprende y da consejos sin juzgar justo como lo haría el mejor amigo. Los padres en su mayoría, a diferencia de las madres, muchas veces se preocupan pero intentan no demostrarlo con el único fin de ser tú fortaleza.

Si tienen la suerte y dicha de tener un papá que les haga sentir como su mayor tesoro consideren lo que él estará sintiendo en el día más importante de la vida de su hija.   Probablemente es una mezcla de felicidad, nostalgia, tristeza y preocupación ¡Seguro se les puso la piel chinita! No olvides que nosotros, al igual que papá, queremos ser parte del gran día junto a ti. Así como él nosotros también te deseamos lo mejor y  estamos dispuestos a brindarte el mejor día de tu vida.

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